Un tribunal francés anunció el jueves que ha concedido la libertad condicional a Jérôme Kerviel, el operador de Société Générale cuyas arriesgadas apuestas estuvieron a punto de hacer quebrar al banco en 2008. Kerviel, que cumple una sentencia de tres años de cárcel, tendrá que llevar una pulsera electrónica cuando sea puesto en libertad el lunes. Como parte de su sentencia, a Kerviel se le prohibió también trabajar en el sector financiero. Según la entidad nunca fueron conscientes de que Kerviel hubiera hecho apuestas no autorizadas.
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