El día 7, el alcalde salía del Concello tras la lectura del pregón por el pianista James Rhodes. Y en la terraza del local de la denunciante se puso a charlar con una persona que anteriormente había sido auxiliada por desmayo. Según la versión del regidor, «Escuché que alguien detrás de mí me regañaba, era la propietaria del local quien se quejaba de que no la habían autorizado a instalar la barra». El alcalde afirma que intentó dialogar con ella, "lo único que hice de manera gentil y respetuosa fue separarle los brazos para tratar de calmarla"
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