La fiscalía pide prisión permanente para un sicario irlandés por asesinar a un rival en la guerra de bandas que ha dejado, al menos, cinco cadáveres en la Costa del Sol. Una guerra entre familias dedicadas al tráfico de drogas. Dos bandas irlandesas, los Hutch y los Kinahan. El acusado se ha declarado inocente. Niega que perteneciera a banda alguna, que matara a la víctima, mantiene que ese día estaba en la cama de su apartamento acostado con resaca y acompañado de una prostituta.
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