Hace diez años, Renee Bach dejó su casa en Virginia para establecer una organización benéfica para ayudar a los niños de Uganda. Gracias a dinero recaudado a través de círculos eclesiásticos en su país, Bach alquiló una casa y comenzó a dar de comer a niños desnutridos. El centro evolucionó rápidamente y comenzó a tomar niños provenientes de hospitales de la zona y Bach comenzó a realizar actividades médicas sin ningún tipo de formación o supervisión profesional. Ahora Bach está siendo demandada en el tribunal civil ugandés.
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