Melania Trump, la esposa del presidente de Estados Unidos, expresó su disgusto con las consecuencias de la política migratoria de Estados Unidos, que en seis semanas ha arrestado a ilegales dejando desamparados a sus 2.000 niños. "La Sra. Trump odia ver a los niños separados de sus familias y espera que ambos lados del espectro político puedan unirse para lograr una reforma migratoria exitosa. Cree que necesitamos ser un país que siga todas las leyes, pero también un país que gobierne con corazón", según su portavoz, Stephanie Grisham.
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