Epstein, que había estado bajo vigilancia de suicidio después de ser encontrado inconsciente con marcas en su cuello a fines de julio, ya no se consideraba en riesgo unos días antes de su muerte. Estas "irregularidades graves" son más comunes de lo que uno podría pensar. Las cárceles a menudo carecen de personal suficiente y pueden estar abarrotadas de personas con enfermedades mentales. Un tercio de las muertes dentro de las cárceles son causadas por suicidio, lo que lo convierte en la principal causa de muerte en prisión.
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