Detrás de toda la ingeniería logística que sostiene a los reyes del e-commerce se ha generado un negocio millonario que ni ellos mismos vieron venir: la compraventa de esas marcas que casi nadie conoce pero que no es óbice para que hagan caja y vendan sus productos semana a semana. Detrás de esas compañías de compra de marcas, algo así como «amazons» dentro de Amazon, se puede encontrar a grandes inversores como, entre muchos otros, JP Morgan, BlackRock, Barclays o UBS.
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