La operación inmobiliaria que permitió que el PSOE andaluz estrenara sede en pleno centro de Málaga le terminó costando a la Junta de Andalucía 400.000 euros. En esa cantidad se incluyen los 280.000 euros que el gobierno que presidía entonces Manuel Chaves pagó por el local del edificio que el PSOE entregó al constructor que le hizo la obra para saldar la factura y que éste vendió inmediatamente a la Empresa Pública del Suelo (EPSA). Los 120.000 euros añadidos, los gastó la entidad pública en acondicionar el local comercial que no era suyo.
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