Empresarios madereros le pagaban para que la madera quemada pudiese ser adquirida a precios más bajos. Enseñó a su hijo de 13 años a provocar los incendios con un mechero, ya que el menor no podía ser juzgado. En pocas semanas provocaron 10 incendios. El origen estaba en el negocio de compra-venta de madera. Para poder comprar madera barata, empresarios del sector enviaban a intermediarios para darle indicaciones al padre, acerca de los montes que debían ser quemados. La madera quemada se vende a casi la mitad de precio.
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