Ali Nawaz Leghari, un adepto paquistaní de "magia negra" mató por estrangulamiento a cinco de sus hijos de entre 3 y 13 años al creer que este sacrificio iba a otorgarle "poderes mágicos", indicó la policía local. Según Amjad Sheij, el jefe de la policía del distrito, el asesino siguió una "odisea espiritual" de 40 días prescrita por un religioso local, del que quería aprender alquimia. El hombre, ahora fugado, intentó en un primer momento envenenar a su familia durante la cena, pero su mujer se lo impidió al cabo de una fuerte discusión.
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