Los sectores intensivos en energía y gas, como el acero, los fertilizantes y el aluminio, se ven obligados a cerrar fábricas o a pasar los altos costos a los clientes. Varias fábricas de acero inoxidable europeas están cerrando debido a la crisis energética. El mes pasado, el molino belga Aperam cerró su fábrica en Genk. Poco después, redujeron la producción en su fábrica de Chatelet. La empresa española Acerinox anunció que reduciría la producción y colocaría alrededor del 85 % de sus empleados en trabajos a corto plazo.
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