El nuevo presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, prometió el pasado sábado su cargo sin Biblia ni crucifijo. Una ausencia de símbolos religiosos que llamó la atención dado que no se había producido con ninguno de sus seis antecesores. El gesto del líder del PSOE profundizaba así en una de las líneas abiertas en la formación política que lidera, algo que ya apuntó en el diseño de su ejecutiva del partido donde creó una Secretaría de Laicidad que dirige el valenciano José Manuel Rodríguez Uribes.
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