Amnistía Internacional ha nombrado a la región como el peor ejecutor del mundo por un amplio margen. Robert Schellenberg, de 38 años, de Abbotsford, Columbia Británica, fue detenido por tráfico de drogas y condenado a muerte por las autoridades de China. Schellenberg ha estado encarcelado desde 2014, cuando fue acusado de contrabando de más de 200 kg de metanfetamina a Australia, y en diciembre de 2018, fue condenado a 15 años. Pero un nuevo juicio le ordenó la cadena perpetua...