Seguro que alguna vez has oído de la polémica que suele llevar aparejado cantar en público el ya tradicional Happy Birthday, una canción tan famosa como controvertida que, cada año, genera cientos de ingresos en concepto de derechos de autor. Sin embargo, esto podría estar a punto de cambiar pues, según Ars Technica, la productora Warner/Chapell Music estaría dispuesta a pagar 14 millones de dólares (unos 12,3 millones de euros al cambio) para acabar con un litigio que ya dura décadas.