Los dos niños cuyos cuerpos fueron encontrados este miércoles en una playa turca, y que son los protagonistas de la fotografía que ha dado la vuelta al mundo y refleja el drama de la inmigración, eran refugiados turcos procedentes de Kobane (Siria). Su familia estaba desesperada intentando emigrar a Canadá. Galip Kurdi, de cinco años, y su hermano Aylan, de tres (el pequeño que sale en la fotografía) murieron este miércoles junto a su madre Rehan y junto a otros ocho refugiados cuando su barca volcó en una huida desesperada desde Turquía a la

Detrás de una imagen viral y que ha removido la conciencia de Europa, hay más de 4 años de guerra que ha sido ignorada por los gobiernos occidentales.

La familia de Aylan Kurdi, el niño sirio cuyo cadáver en una playa de Turquía ha conmocionado al mundo, había intentado conseguir asilo en Canadá tras huir de la localidad de Kobani, en el norte de Siria y que durante meses estuvo controlada por Estado Islámico, según ha contado uno de sus familiares a un diario canadiense.

Muchas imágenes han servido para cambiar la percepción de la realidad por parte de las sociedades occidentales gracias a fotografías que muestran la crudeza de la inmigración o conflictos

"Cuando me di cuenta de que no había nada que hacer para devolver a la vida a aquel niño, pensé que tenía que tomar su foto (...) para mostrar la tragedia", ha contado Nilufer Demir, la fotógrafa de la agencia de noticias turca Dogan que realizó la instantánea. La familia de Aylan había estado intentando conseguir asilo en Canadá tras huir de la localidad de Kobani, en el norte de Siria y que durante meses estuvo controlada por Estado Islámico, según ha contado uno de sus familiares a un diario canadiense.

El pasado miércoles, la humanidad atravesó por uno de sus episodios más tristes y lamentables. Aparecía una imagen donde se veía el cuerpo sin vida de un niño sirio a la orilla de la playa turística de Bodrum, Turquía. A los pocas horas de haberse publicado la noticia, la fotografía ya estaba en todos lados, siendo compartida por millones de personas en internet, acompañada de mensajes que van desde el odio hasta el dolor.

Las fotos icónicas lo son por motivos emocionales; tienen más que ver con la sociedad opulenta que las mira que con la sociedad que muere. La tragedia del niño Aylan Kurdi es una entre las muchas tragedias infantiles en un mundo injusto, brutal y desigual. Desde que comenzó la guerra civil en Siria, en marzo de 2011, han muerto más de 12.000 menores a causa del conflicto. ¿Dónde están las portadas? ¿Dónde está el escándalo? Una foto como la de Aylan es eficaz porque nos atrapa, horroriza y nos obliga a gritar: "¡Basta!".

Reino Unido aceptará 4.000 refugiados más en su país y Alemania y Francia reclaman que se acepten 120.000 nuevas solicitudes de asilo. En España es la sociedad civil y las administraciones locales y regionales las que se están organizando para aliviar la crisis. Noticias, última hora, vídeos y fotos de Migración en lainformacion.com

Detrás de todo lo que estamos viendo en nuestras pantallas en los últimos días, detrás de lo que lo antecede y que cuenta lúcidamente en un post Leila Nachawati están los intereses de EE.UU., Inglaterra, las Europas continentales, Rusia y China que codician las enormes fuentes de petroleo iraníes y más domésticamente Israel que se libra de un viejo enemigo y usa el río revuelto de la zona para seguir pescando tierras palestinas y Turquía que se libra de un potente competidor en el predominio en la zona como es Siria.

Quienes seguimos la destrucción de Siria desde sus inicios nos hemos acostumbrado, a la fuerza, a ver a diario imágenes que hielan la sangre. Imágenes que nadie mentalmente sano querría ver, si no creyese que verlas, verificarlas y compartirlas pudiese resultar útil para detener las tragedias que cuentan. Una labor dolorosa, insoportable, para la que la mayoría no estábamos preparados y que con el tiempo va dejando secuelas. Para muchos, el debate sobre si la imagen de un niño muerto hiere o no la sensibilidad quedó atrás hace demasiado tiempo.

El grupo terrorista Estado Islámico no ha querido pasar por alto el impacto generado por la imagen del pequeño Aylan Kurdi muerto en una playa en Turquía pero en su caso lo ha hecho para recordar a aquellos que emigran hacia Occidente, incluida Europa, de que lo que hacen es "pecado" y equivale incluso a "apostasía".

El día en que el mundo se estremeció ante la foto del pequeño Aylan yo estaba en Roma. Algunos periódicos, pocos, mostraban la dura imagen del niño ahogado; otros, la mayoría, simplemente escribían largos editoriales sobre ella. Los romanos, siempre dispuestos a conversar con la palabra y con el corazón, se echaban las manos a la cabeza. Pero en las calles de la città eterna los turistas, ajenos al drama, se hacían fotos con fruición frente al foro romano, Piazza Navona o el Panteón.

Mientras los periódicos de todo el mundo han rendido tributo al niño sirio que se ahogó en las costas turcas, Aylan Kurdi, tratando de alcanzar las tierras europeas, Charlie Hebdo ha sido la excepción al mofarse de la muerte del niño

Charlie Hebdo muestra un dibujo de Aylan Kurdi, el niño sirio ahogado ante las costas de Turquía, acompañado del texto "Tan cerca de su objetivo…", en referencia a una valla publicitaria de McDonald's. En otra viñeta, titulada 'La demostración de que Europa es cristiana' aparece un personaje que representa a Jesús caminando sobre las aguas junto a un niño boca abajo en el agua.

La sociedad necesita héroes establezcan una frontera entre lo negro y lo blanco.

El colectivo de activistas artísticos Zentrum für Politische Schönheit (Centro para la belleza política) colocaron este 3 de Octubre la primera plataforma de rescate bautizada como Aylan 1. Esta plataforma está amarrada en una de las rutas de huida que utilizan los refugiados. Aylan 1 está equipado con luz de posición, un panel solar, alimentos, radio y amarres. Según se puede leer en su página web la plataforma se intaló en nombre de la república austríaca, aunque actualmente están haciendo un crowdfunding, donde ya...

El padre Ángel ha explicado que se trata de "un belén con esperanza", en el que los Reyes Magos, a la manera de refugiados, "intentan llegar a la tierra prometida". En este belén navideño confluyen unas vías de tren sobre las cuales caminan varias figuras representando a los refugiados y a los Reyes Magos.

En una de sus últimas declaraciones, el artista chino Ai WeiWei aseguró que "como artista, tengo que estar relacionado con las luchas de la humanidad ... Nunca separo estas situaciones de mi arte". Prueba de ello es que decidió cerrar una exposición en Copenhague y retirar una obra suya del museo de Aros en protesta por las nuevas leyes de asilo danesas.

No es sólo por los refugiados, es también por nosotros, no podemos dejar que Europa caiga en manos de fascismos. Son nuestros valores los que se están perdiendo en el naufragio.

En setiembre de 2015 apareció muerto un niño en las costas turcas. Ahora se puede ver en un muro de Fráncfort

Dos artistas han hecho un mural en recuerdo del niño sirio que murió ahogado en las playas de Turquía. El graffiti permanecerá al lado de la sede del BCE (Frankfurt, Alemania) hasta finales de otoño.

La fotografía de Aylan Kurdi, el niño sirio que murió ahogado tratando de cruzar el Mar Egeo, dio la vuelta al mundo hace unos meses y generó una gran ola de indignación.

Un mural ha aparecido al lado de la sede del Banco Central Europeo para quienes no quieren ver la cruda realidad de los refugiados. Se trata de un graffiti en recuerdo del niño sirio Aylan Kurdi. En el Egeo se ha repetido la historia, un bebé ha muerto en un nuevo naufragio en aguas turcas junto a cuatro adultos.

La UE ha pasado de un discurso de acogida de refugiados, forzado por tragedias y naufragios, a un plan de expulsiones masivas a TurquíaLa muerte del niño Aylan Kurdi fue un punto de inflexión (temporal) en el que se llegó a pactar un plan de reparto de refugiados que los países no han aplicadoEl mayor cambio de discurso ha sido el de la canciller alemana Angela Merkel y el de los representantes de

Siete meses después de que la foto del pequeño Aylan diera la vuelta al mundo, las muertes de los niños en el mar representan ya el 25%, según Unicef. El discurso de las autoridades europeas ha cambiado desde entonces: hace siete meses se hablaba de salvar y recolocar a los refugiados, ahora de encerrarles y expulsarles.