Indra echa de menos los viejos tiempos. Como si de un colegio se tratase, ha prohibido a sus trabajadores el uso de teléfonos móviles personales en las horas de trabajo. Fuera chistes, la noticia es tan real como la vida misma. Así es la última medida que ha decidido implantar la compañía que preside Francisco Abril-Martorell. Ahora bien, como en todo, hay vencedores y vencidos. Más que nada porque la medida adoptada la semana pasada no se aplica a todos los departamentos, según nos cuentan responsables de la compañía.