Lo que Torra ha pretendido con la oficialización del combate al supuesto fascismo es construir un eslabón más en la cadena conceptual que va enlazando de manera interminable el relato separatista que, por una parte, busca aumentar la leyenda áurea del catalanismo y, por otra, la negra de la españolidad. El 'procés' es un fiasco histórico de dimensiones extraordinarias. Los independentistas lo saben. No ha reportado a Cataluña nada y le ha sustraído cohesión, bienestar, progreso y reputación.