¿Por qué se van los norteamericanos que ya gozan lo que en tantas partes se ve como un valioso privilegio, qué les empuja? ¿Y quiénes son los que se van? La mayoría renuncia al pasaporte por una razón práctica: impuestos. Los que más llaman la atención de los medios son, como probablemente esté pensando el lector, los superricos que, por lo sonado y público de su renuncia, se convierten indefectiblemente en blanco de las iras de la opinión pública. Un ejemplo es el de Tina Turner, que en 2013, a los 74 años, se convirtió en ciudadana suiza.
