Desde la facultad de Science-Po de Toulouse, el ex investigador del CSIC Delio Lucena lamenta que la Universidad española carezca de una función social bien definida. “La ausencia de una misión facilitó que la expansión de los años setenta y ochenta se viera influida por un criterio político: los gobernantes autonómicos perseguían con la creación de nuevas facultades prestigio y muestras de desarrollo para su región. ¿Resultado? Multiplicación de las titulaciones, con licenciados y graduados que no son necesarios para el mercado laboral”.
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