En Alemania, los policías están recibiendo llamadas de emergencia quejándose de disturbios nocturnos. Se trata de molestos ruidos de copulación. Los protagonistas de la fiesta sexual no son otros que erizos apareándose. Los servicios de emergencia en todo el país han recibido docenas de quejas por ruido, creían que eran los vecinos quienes estaban teniendo sexo a una frecuencia excesiva de volumen. Es un ruido equiparable a un animal siendo herido. El problema a nivel nacional es de tal calibre que incluso en redes sociales hay un hashtag...
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