"Me das pena tú, que sólo idolatras a mercenarios de lujo que (...) corren en pantalón corto tras un balón a cambio de miles de euros. Tú, que sueñas con hacerte una foto con alguno de esos ovejos que salen en la tele por haberse tirado a un torero o una folklórica. No te das cuenta de que éstos son ídolos con pies de barro. A los que tú les eres indiferente. A los que las alcantarillas del tiempo se los tragarán. En cambio, desprecias a mis héroes. Los que, si alguna vez lo necesitas (y lo harás), darán la cara, dejándose por ti la piel".
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