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Votar borrachos

La intención de voto es uno de esos sintagmas resbaladizos con el que conviene no jugar mucho, ya se sabe que la oposición está empedrada de intenciones de voto. Es como aquel fastuoso tacaño que por una vez le anuncia a un amigo: “Tengo la intención de invitarte”. Y luego añade: “Pero sólo la intención, que conste”. A las intenciones hay que valorarlas en su justa medida, que suele ser muy poca. Y luego está esa inmensa mayoría que todavía no se ha enterado bien si voto se escribe con v o con b.

| etiquetas: intención de voto , esperanza , carmona , carmena

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