Cultura y divulgación
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Y los demás continúen pudriéndose si les da la gana

Hemos llegado a un punto en el que la medicina nos garantiza una vida mejor, pero a cambio, cuando es plenamente eficaz, nos condena a un penoso final. A una existencia deforme que no nos corresponde. Paradójicamente, nos hace la vida más dulce y la muerte más amarga. Y lo más triste y estúpido es que, a pesar de todo, hasta hace poco no podíamos acudir a ella para interrumpir la tortura a la que ella misma nos conduce porque hasta en el ars moriendi hemos permitido que la ética sea contaminada por las necedades de la religión. Si las décadas y

| etiquetas: medicina , calidad de vida

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