Hace unos meses los drones invadían el cielo de importantes ciudades de Asia y Europa en busca de esa postal que nos deje sin aliento. Llegaron a ser tantos los drones que la Administración Federal de Aviación proclamó ilegal volar una de estas naves con fines comerciales, incluyendo la fotografía, para prevenir cualquier atentado contra la seguridad de los edificios históricos y políticos. Tras esta decisión,el aventurero y experimentado fotógrafo Amos Chapple se atrevió a retratar estos sitios prohibidos, consiguiendo postales espectaculares.
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