Cultura y divulgación
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Golfistas volátiles, volcánicos… y radiactivos

El medicamento Radithor se distribuía en los años 20 por su poder supuestamente curativo y afrodisiaco. El golfista Eben Byers ingirió más de mil botellas. Empezó a perder pelo y a quejarse de malestar en todo el cuerpo, síntomas que llegaron acompañados de tremendas migrañas y un dolor terrible en la mandíbula. El producto contenía radio, que era radioactivo. Ya habían muerto trabajadoras que pintaban en fluorescente. Sobre Byers. Dijo el Wall Street Journal, «el agua con radio le iba bien hasta que se le desprendió la mandíbula».

| etiquetas: golf , radioactividad , medicamentos , fraudes , años 20

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