Cultura y divulgación
7 meneos
151 clics

"Prefiero ser mala a ser fea".  

Tenemos que elegir entre dos opciones. La primera es la de ser la niña buena de una película. La segunda es la de ser su antítesis, esto es, la niña mala. Pero resulta que la niña buena es fea. Y que la niña mala es rubia, tiene los ojos azules, viste muy bien y es la más guapa del mundo entero. ¿Ahora qué responderemos? Estas preguntas son las mismas que se les pasan por la cabeza a un grupo de niñas francesas de entre 8 y 10 años que asistieron a un falso casting que en realidad resultó ser el material de un cortometraje de Lola Rougier-Onnis

| etiquetas: niños , canones , valores inculcados , belleza , bondad

menéame