Ben Greenfield es una figura de culto entre los fanáticos del fitness, un gurú para el tipo de frikis que se dedican a monitorear meticulosamente sus propios datos biométricos para conocer su salud personal. Ahora puede hacerses famoso por algo completamente distinto: se ha inyectado células madre con la esperanza de agrandar su polla. "Quería pasar de bueno a genial y obtener una polla más grande", le dijo a Gizmodo.