Un vendedor de helados trolea a un niño en turquía.

Un ciudadano turco de 55 años se enfrenta a una petición de cinco años de cárcel por haber llamado más de 45.000 veces a la línea de emergencias de la Policía porque, aseguró, no tenía con quien hablar, señalan medios locales. "Me divorcié hace dos años. Bebía. Y no tenía con quién hablar, así que llamé a la Policía", ha declarado el acusado en respuesta a la Fiscalía, que lo acusa de intentar "evitar que un funcionario público cumpla con su deber" al ocupar la línea de emergencia.

La pasajera, que se encontraba en el aeropuerto de Estambul, vio que en la cinta transportadora había una maleta (en vez de una persona), y se subió a ella de todas formas. El video de ese momento muestra que los empleados del aeropuerto, así como varios viajeros, se quedaron mirándola, desconcertados por lo que hacía. Al parecer, esa era la primera vez que la mujer viajaba en avión.

Después de que la Fuerzas Aéreas Rusas (RuAF) bombardee tropas turcas, los yihadistas inmediatamente dejan sus armas y graban con sus teléfonos. La única persona con un rifle en la mano es un soldado turco que les grita que se pongan a cubierto.

Beyhan Mutlu, un hombre de 50 años, fue dado por desaparecido cuando sus amigos le perdieron la pista tras una noche de borrachera en los bosques cercanos a la ciudad turca de İnegöl. Beyhan decidió unirse a la batida pensando que buscaban a un vecino. Al no encontrar ni rastro del hombre, comenzaron a gritar su nombre. En ese momento uno de los integrantes de la partida de búsqueda preguntó extrañado: "¿A quién buscamos?". Al explicárselo, él replicó: "Estoy aquí". Tras el feliz desenlace se informó de su vuelta aunque sigue sin desvelarse cómo pudo ser que sus amigos no le reconocieran.