La oveja negra, en peligro de extinción, se ha convertido para algunos ganaderos de España en una oportunidad, dada la crisis del sector, ya que es más barata mantenerla, la carne tiene una aceptación muy alta en el mercado y las subvenciones son superiores respecto a la blanca. En España existen alrededor de un millar de ovejas de raza merina negra, según la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Merino, y las zonas donde aún se pueden contemplar por el campo son Castilla y León, Andalucía y Extremadura.