Gracias a la llamada Ley Beckham que entró en vigor en 2004, España es el país con menores costes fiscales para los futbolistas extranjeros, según un informe realizado con los datos de 2006 por Ernst & Young Abogados, que compara la fiscalidad que soportan los clubes de fútbol por sus jugadores en Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Holanda y España. Un jugador que cobre dos millones de euros netos al año tendrá un coste total para un club francés de 5,5 millones de euros, mientras que para España el coste sería de sólo 2,68 millones.