Los tipos de interés suben, luego sube el Euribor, por lo que se paga más por la hipoteca a tipo variable —la mayoría en España—. Hay, pues, menos dinero para comprar otras cosas como coches, discos, libros, ropa, reproductores de mp3 y cualquier otra cosa que no sea comida barata (nada de solomillo, sólo un filete de mala calidad). Lo prioritario es pagar la comida y la hipoteca; si no hay para otras cosas, no se compran, entonces sus fabricantes venden menos, hay despidos, menos crecimiento económico...