Hace poco cometió la osadía, sin que le correspondiese de imputar a 3 peritos de la policia judicial por sacar un informe del ordenador y firmarlo. Con ello quería la repercusión mediática, prisoiana, y la desviación de un caso que cada vez huele más mal y que empieza a relacionar, por aquí y por allá, a ETA con los terroristas islamistas del 11-M. Menos mal que el Estado de Derecho funciona, Garzón ha sido declarado incompetente, el caso ha pasado a los juzgados ordinarios y él tiene querellas por prevaricación. Vuelven las garzonadas.