Las cataratas del Iguazú, de 70 metros de altura, enclavadas entre Foz de Iguazú (Brasil) y Puerto Iguazú (Argentina), y cerca de Ciudad del Este (Paraguay), en la llamada Triple Frontera, están consideradas una maravilla natural del mundo. La peor sequía de los últimos 70 años ha convertido el habitual torrente de agua en un pequeño hilillo, y las autoridades creen que la situación no mejorará, al menos, hasta octubre. Además, el río que lleva siglos suministrando agua a los diferentes saltos de Iguazú se ha quedado prácticamente seco.