Nadia tenía ocho años cuando una bomba le desfiguró la cara. Para sobrevivir y poder trabajar en Afganistán tuvo que hacerse pasar por su hermano muerto. Después de once años, podrá recuperar su identidad gracias a una operación de cirugía estética a la que se someterá en Barcelona. Durante los años de gobierno talibán, que prohibió a las mujeres trabajar fuera de casa, Nadia trabajó, adoptando la identidad de su hermano, construyendo pozos, cavando zanjas o reparando bicicletas.(tele 5).