En medio de intensas pero discretas medidas de seguridad en el Vaticano y en la residencia veraniega papal, Castelgandolfo, debido a las amenazas de muerte aparecidas en una página web de un grupo insurgente iraquí, el Papa aprovechó el rezo del Ángelus desde su retiro vacacional para matizar las declaraciones que hizo el pasado martes y que despertaron duras reacciones desde Gobiernos y organizaciones musulmanas de todo el mundo.