Aquel 16 de septiembre de 1920, un minuto después del mediodía, cuando apenas terminaban de sonar las campanas de la cercana Trinity Church, un carro tirado por un caballo que estaba cargado con dinamita y trozos de metal, explotó en pleno corazón financiero de Nueva York, en intersección de las calles Wall y Broad, frente a las oficinas del banco J.P. Morgan & Co. Las calles estaban atestadas de gente cuando el coche y el caballo volaron en pedazos por el aire matando más de 30 personas en el acto y dejando más de 400 heridos.