Chinchón, un pueblito de tan sólo 741 habitantes, dejó la paz habitual que caracteriza a los pequeños asentamientos y se convirtió en suceso: es que, gracias a las habilidades botánicas de un brasileño que vive en la frontera, pasó a ser " el pueblo con más marihuana que habitantes". La finca que cultivó con gran paciencia el joven de 29 años, detenido por la Guardia Civil, contaba con más de 800 plantas de cannabis, valuadas en el mercado en aproximadamente 100.000 euros.