Según fuentes de la Xunta, destruyeron parte del mobiliario y miles de documentos oficiales, "muchos de ellos irrecuperables". Los trabajadores irrumpieron en el interior del edifico a las 11.45 horas y comenzaron a tirar por las ventanas miles de documentos, una alfombra, plantas, colocaron varias banderas de Galicia en las ventanas, un retrato oficial del Rey y realizaron pintadas en el interior, mientras que otros compañeros quemaban en el exterior los papeles oficiales.