A mí me ocurre como al jefe de la patronal: me dejan el código penal y la capacidad para cumplirlo y la situación actual la transformo en menos de una semana. Encarcelamos a los sinvergüenzas, requisándoles lo robado y lo evadido; recuperamos los bienes de la Iglesia conseguidos a base de males e invertimos lo obtenido en obra pública necesaria y créditos para autónomos y cooperativas; dejamos que sean los bancos los que paguen sus deudas por las políticas especulativas. El Borbón, la Sofía y los obispos al asilo, el príncipe, las infantas y lo