Cuando el médico propone que te hagas un PET no nos suena raro. Quizá nos dé un poco de miedo el diagnóstico que se derive de la prueba, pero nos hemos acostumbrado a que estas siglas pertenezcan al ámbito hospitalario. PET significa nada menos que tomografía de emisión de positrones, y es una técnica que involucra a muchas ramas de la ciencia como las matemáticas, la física, la química, la biología, la bioquímica, la farmacia, y por supuesto, la medicina.