La ganadería asturiana de leche, una de las pocas materias primas que se producen y transforman en la región, camina hacia el abismo. Los 2.800 profesionales que quedan en el sector viven con la soga al cuello, haciendo malabarismos para llegar a fin de mes. Con el agua dice el dicho popular. En este caso, con la leche al cuello. Ayer mismo, Prolec, la principal patronal, aseguró que los ganaderos cobran por cada litro de leche la mitad de lo que cuesta producirlo.