Manos Limpias, el sindicato ultraderechista urdido por el franquista Miguel Bernard Remón, al que el propio Tribunal Supremo instó a investigar por un delito de acusación y denuncia falsas, ha conseguido imputar en el alto tribunal al juez que intentó investigar los crímenes del franquismo. Bernard tiene una larga trayectoria como cabeza visible de la ultraderecha en el Ayuntamiento de Madrid, donde ejerció como funcionario desde los años 70, y como delfín del líder de Fuerza Nueva, Blas Piñar, y secretario general del Frente Nacional.