Una cordobesa de 65 años dejó de ver a dos de sus nietos en 2005. Y no porque lo quisiera, sino porque se lo impide la madre de las criaturas, separada de su hijo en 2005. Casos como éste los hay a miles en España por una cuestión muy simple. En el 97% de las rupturas matrimoniales, según el Instituto Nacional de Estadística, los jueces conceden la custodia de los hijos a las madres separadas, el padre debe atenerse al régimen de visitas que se determine y, si la madre lo incumple, los abuelos paternos quedan desamparados.