Los miles de leoneses que han acompañado al 'santo' no han dejado de corear su nombre, gritar "¡Genarín, valiente, queremos aguardiente!" o el tradicional 'Coca Cola, asesina, el orujo al poder'. Los más conocedores de la leyenda de Genarín han recurrido a otros clásicos: "Y honor siempre a Genaro en Jueves Santo, que Dios le tenga en la gloria por haber bebido tanto", o “Y siguiendo sus costumbres, que nunca fueron un lujo, bebamos en su memoria una copina de orujo”.