La prostitución es «una actividad de ocio masculino» y, aunque no hay perfil del «putero», salvo que es un hombre, sí lo hay de sus discursos con respecto a las mujeres y a la prostitución. «Los puteros canarios son regulacionistas para que no se les multe ni estigmatice, para que lo puedan hacer con discreción», afirmó ayer la socióloga de la Universidad de La Laguna (ULL) Esther Torrado. Advirtió que los prostituidores quieren «prostitución low cost», prefieren pisos y clubes porque les brinda más discreción, y buscan «variedad del producto».