"Algunos espectadores pueden experimentar ataques epilépticos tras la exposición a imágenes intermitentes de alguna película o vídeojuego", alerta Samsung, que advierte a los confiados que no es necesario haberlos padecido con anterioridad. Visión alterada, sensación de mareo, movimientos involuntarios como espasmos musculares, confusión, náuseas, pérdida de conciencia, convulsiones, calambres o desorientación...La mejor forma de evitar todos estos riesgos: hacer "frecuentes descansos".