Y ahora resulta que Victor tiene novia. No, en serio, no me sorprende. De hecho la culpa la tengo yo por haberme obsesionado con él. No, no exactamente, Es decir: sí, la culpa es mía, pero no, no es una obsesión. Es una forma de hablar. Vaya palabra más idiota. ¡Obsesión! Es que sabes que pasa, hoy en día todo lo que nos gusta lo llamamos “obsesión”. Me obsesionan estos zapatos, mi nueva obsesión es este actor...