La toma de Crimea por parte de Vladímir Putin no es una muestra de su fortaleza, sino una manifestación de su debilidad. Se siente inseguro y eso le lleva a cometer errores. Esta interpretación sorprenderá a quienes creen que el líder ruso es el hombre más poderoso del mundo. Así lo designó, por ejemplo, la revista Forbes, que lo puso en cabeza de su lista de los líderes más influyentes del planeta, por encima de Barack Obama, el presidente chino Xi Jinping, el papa Francisco, Angela Merkel o Bill Gates.