José Mari tiene 57 años y un cáncer de pulmón ganado involuntariamente cartón a cartón. Porque ni fumaba ni jugaba al bingo donde trabajó tantos años hasta que la oncología le dijo lo que le pasaba por dentro. Él, que era de familia no fumadora, que montaba en bici, que no dio caladas propias jamás... Cuentan sus médicos que el cáncer de José Mari es cosa de otros, de cigarros ajenos, del humo que tragó durante los 30 años que hizo de camarero en bares, hoteles y bingos nada libres de humos.