Si usted es cliente de Jazztel, Telefónica, Ono, Ya.com, Vodafone u Orange, entre otros grupos, sus datos personales seguramente ya habrán volado diez mil km, cruzando el océano Atlántico. O saltado el Estrecho de Gibraltar hasta Marruecos. Nadie le habrá consultado, pero su número de teléfono, DNI o número de cuenta bancaria estará en manos de subcontratas de las grandes operadoras en países no comunitarios, con el riesgo que ello puede conllevar, atentando directamente contra las leyes de protección de datos. Y todo por la deslocalización.